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Justicia y Paz pone en las tapas a las comunidades afectadas por la minería
Representantes asiáticos, africanos y americanos, miembros de comunidades afectadas por la minería, participaron en una jornada de reflexión convocada por el Pontificio Consejo Justicia y Paz del 17 al 19 de julio de este año.
El presidente de ese Pontificio Consejo, el cardenal ghanés Peter Kodwo Appiah Turkson, en conferencia de prensa el mismo 17 de julio presentó la iniciativa indicando que “para esta decisión del dicasterio pontificio no faltan razones. Con la Encíclica Laudato Si' el Santo Padre nos exhorta a ‘escuchar el grito de la tierra tanto como el grito de los pobres’. No podemos permanecer indiferentes ante este grito, porque la necesidad de escucharlo brota de la misma obra liberadora de la gracia en cada uno de nosotros, por lo cual no se trata de una misión reservada sólo a algunos: La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas”.
El objetivo de este encuentro fue llevar a cabo un balance de la situación de estas comunidades. Como antecedente se puede citar la jornada de reflexión del 2013 “Minería para el bien común” que se organizó por pedido de las empresas dedicadas a la minería. Y como proyección ──y de este modo contextualizando la reunión con las comunidades locales afectadas por esta industria── está previsto otro encuentro para septiembre de 2015 cuyo tema convocante será ''Crear un nuevo futuro, otra imagen para el futuro de la minería''.
Según pudo conocer NOTICELAM, al encuentro de septiembre están invitadas algunas empresas mineras agrupadas en el Consejo Internacional de Minería y Metales, y entidades religiosas que viven con interés y preocupación la cuestión de la minería y los temas vinculados.
Continuó Turkson: ''Ya somos muchos los que hemos tomado conciencia de este grito desgarrador que viene de las zonas donde se buscan y se extraen minerales. Por citar sólo algunos ejemplos: el ‘Africa Progress Report’, del ex Secretario General de la ONU Kofi Annan; las directrices de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en la materia; los numerosos informes sobre los derechos de las poblaciones indígenas; la iniciativa ‘Publish what you pa’; la legislación sobre la trazabilidad de procesamiento de minerales en el Parlamento Europeo; el cine con películas como ‘Diamantes de sangre’ o ‘Avatar’ ”.
Participantes Intimidados
Con relación a los participantes de esta Jornada, dijo Turkson: “Quiero destacar que algunas personas que participan en la reunión han sido presionadas e intimidadas en los últimos días, por ejemplo, después de solicitar un pasaporte. Al Pontificio Consejo han llegado los testimonios de las amenazas, de la violencia y los asesinatos, de las represalias, de las indemnizaciones que nunca llegaron y de las promesas nunca mantenidas. Por lo tanto hay individuos que trabajan ‘sin un propósito verdaderamente humano’. Hay aspectos negativos ante la primacía del ser humano, hay insensibilidad al bienestar del ambiente social y natural y tantas experiencias de fragilidad, abandono y rechazo. Los responsables son los inversores, empresarios, políticos y líderes de los países donde se encuentran los yacimientos o de los países donde tienen su sede los cuarteles generales de las empresas mineras multinacionales”.
La Iglesia y la minería
''La Iglesia, en varias ocasiones y desde hace muchos años sigue de cerca las actividades mineras. A nivel nacional, los documentos de las Conferencias Episcopales denunciando la violación de los derechos humanos, la ilegalidad, la violencia y la explotación de los yacimientos que contaminan o perjudican la seguridad alimentaria local. En el ámbito regional se ocupan del tema las Conferencias Episcopales Continentales, la Red Eclesial Panamazónica, etc. A nivel transnacional, las redes de los franciscanos, CIDSE y Caritas. Todas esas voces siguen la misma dirección: ante esas situaciones no se puede dejar que prosigan la indiferencia, el cinismo y la impunidad. Se necesita un cambio radical de paradigma en pro del bien común, de la justicia, la sostenibilidad, la dignidad humana'', precisó el presidente del Pontificio Consejo Justicia Y Paz.
Al finalizar, el cardenal Turkson focalizó en los posibles caminos de solución de los “países pobres y explotados”: “Se necesitan, ante todo gobiernos íntegros, personas educadas e inversores con un agudo sentido de la justicia y del bien común, porque es moralmente inaceptable, políticamente peligroso, ambientalmente insostenible y económicamente injustificable que ‘los pueblos en desarrollo sigan alimentando el desarrollo de los países más ricos al precio de su presente y de su futuro’.
Mensaje del Papa Francisco
En tanto, el Papa Francisco envió un mensaje al cardenal Turkson para esta Jornada de reflexión, a través del cual puso el énfasis y la urgencia en los siguientes conceptos:
- El dolor ante la violencia, las amenazas, la corrupción.
-La violación a los derechos humanos por el ultraje a la salud, las condiciones de trabajo, la esclavitud, el tráfico de personas, la prostitución.
- La contaminación de las aguas, el aire y el suelo.
- Por la ausencia de las autoridades civiles tanto locales como nacionales.
- La falta de promoción del bien común.
El presidente de ese Pontificio Consejo, el cardenal ghanés Peter Kodwo Appiah Turkson, en conferencia de prensa el mismo 17 de julio presentó la iniciativa indicando que “para esta decisión del dicasterio pontificio no faltan razones. Con la Encíclica Laudato Si' el Santo Padre nos exhorta a ‘escuchar el grito de la tierra tanto como el grito de los pobres’. No podemos permanecer indiferentes ante este grito, porque la necesidad de escucharlo brota de la misma obra liberadora de la gracia en cada uno de nosotros, por lo cual no se trata de una misión reservada sólo a algunos: La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas”.
El objetivo de este encuentro fue llevar a cabo un balance de la situación de estas comunidades. Como antecedente se puede citar la jornada de reflexión del 2013 “Minería para el bien común” que se organizó por pedido de las empresas dedicadas a la minería. Y como proyección ──y de este modo contextualizando la reunión con las comunidades locales afectadas por esta industria── está previsto otro encuentro para septiembre de 2015 cuyo tema convocante será ''Crear un nuevo futuro, otra imagen para el futuro de la minería''.
Según pudo conocer NOTICELAM, al encuentro de septiembre están invitadas algunas empresas mineras agrupadas en el Consejo Internacional de Minería y Metales, y entidades religiosas que viven con interés y preocupación la cuestión de la minería y los temas vinculados.
Continuó Turkson: ''Ya somos muchos los que hemos tomado conciencia de este grito desgarrador que viene de las zonas donde se buscan y se extraen minerales. Por citar sólo algunos ejemplos: el ‘Africa Progress Report’, del ex Secretario General de la ONU Kofi Annan; las directrices de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en la materia; los numerosos informes sobre los derechos de las poblaciones indígenas; la iniciativa ‘Publish what you pa’; la legislación sobre la trazabilidad de procesamiento de minerales en el Parlamento Europeo; el cine con películas como ‘Diamantes de sangre’ o ‘Avatar’ ”.
Participantes Intimidados
Con relación a los participantes de esta Jornada, dijo Turkson: “Quiero destacar que algunas personas que participan en la reunión han sido presionadas e intimidadas en los últimos días, por ejemplo, después de solicitar un pasaporte. Al Pontificio Consejo han llegado los testimonios de las amenazas, de la violencia y los asesinatos, de las represalias, de las indemnizaciones que nunca llegaron y de las promesas nunca mantenidas. Por lo tanto hay individuos que trabajan ‘sin un propósito verdaderamente humano’. Hay aspectos negativos ante la primacía del ser humano, hay insensibilidad al bienestar del ambiente social y natural y tantas experiencias de fragilidad, abandono y rechazo. Los responsables son los inversores, empresarios, políticos y líderes de los países donde se encuentran los yacimientos o de los países donde tienen su sede los cuarteles generales de las empresas mineras multinacionales”.
La Iglesia y la minería
''La Iglesia, en varias ocasiones y desde hace muchos años sigue de cerca las actividades mineras. A nivel nacional, los documentos de las Conferencias Episcopales denunciando la violación de los derechos humanos, la ilegalidad, la violencia y la explotación de los yacimientos que contaminan o perjudican la seguridad alimentaria local. En el ámbito regional se ocupan del tema las Conferencias Episcopales Continentales, la Red Eclesial Panamazónica, etc. A nivel transnacional, las redes de los franciscanos, CIDSE y Caritas. Todas esas voces siguen la misma dirección: ante esas situaciones no se puede dejar que prosigan la indiferencia, el cinismo y la impunidad. Se necesita un cambio radical de paradigma en pro del bien común, de la justicia, la sostenibilidad, la dignidad humana'', precisó el presidente del Pontificio Consejo Justicia Y Paz.
Al finalizar, el cardenal Turkson focalizó en los posibles caminos de solución de los “países pobres y explotados”: “Se necesitan, ante todo gobiernos íntegros, personas educadas e inversores con un agudo sentido de la justicia y del bien común, porque es moralmente inaceptable, políticamente peligroso, ambientalmente insostenible y económicamente injustificable que ‘los pueblos en desarrollo sigan alimentando el desarrollo de los países más ricos al precio de su presente y de su futuro’.
Mensaje del Papa Francisco
En tanto, el Papa Francisco envió un mensaje al cardenal Turkson para esta Jornada de reflexión, a través del cual puso el énfasis y la urgencia en los siguientes conceptos:
- La resonancia que adquieren los reclamos de las comunidades afectadas por las actividades mineras.
- Grito por:
- El dolor ante la violencia, las amenazas, la corrupción.
-La violación a los derechos humanos por el ultraje a la salud, las condiciones de trabajo, la esclavitud, el tráfico de personas, la prostitución.
- La contaminación de las aguas, el aire y el suelo.
- Por la ausencia de las autoridades civiles tanto locales como nacionales.
- La falta de promoción del bien común.
- Llamado a “un cambio radical” tanto de las empresas mineras, como de los gobiernos locales, obreros, intermediarias multinacionales, consumidores.
- Confianza en el diálogo que promueva renovación en las conciencias, responsabilidad y puesta en el primer plano del debate la dignidad del hombre.
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