domingo, 19 de julio de 2015

El testimonio de Elea


RELATO BREVE:

Vísperas de NOCHEBUENA, se había  pedido confesión de Feligreses, luego  de  controversial discurso movilizador. “perdón por ser objeto de la  tentación Y QUE OTROS SEAN Objeto DE La TENTAQCIÓN PARA NOSOTROS”.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 
Había conocido la capilla, un día de sol. La luz clarísima, filtraba por la ventana, y el altar. Casi un resplandor sobrenatural pintaba el lugar y la atmósfera.

Yo estaba en una etapa de la vida de recorrido interior, y caminos espirituales, tratando de estar mejor y sobreponerme, luego de  una reconstrucción interna de mi y de mi ojo, luego de atemorizantes estudios y consultas médicas, tratamiento con medicación, y largas lecturas de  tres libros recetados, que posteriormente, varios años, serían, un recorrido de lectura personal,  rastreando libros en ficheros de biblioteca, e historias de la Literatura Alemana.

Cuando llegué a Santísima Trinidad, un párroco, de  barba clara casi rubia, e imagen clara y sonriente, me dio la bienvenida.

Un beso en la mejilla.

Había hecho una promesa a Dios, de concurrir, todos los domingos a su   templo. Durante algunos años. Lo hice. Concurrí, aproximadamente durante seis años,  Antes, lo había hecho por mis padres,  por  su salud. También había rezado por mi hijo pequeño, luego, años más tarde, también por los dos hijos, el pequeño, ya, no tan  pequeño, y el  más pequeño.

Luego de la mudanza, MI marido, realizaba viajes a la costa, precisamente a San Bernardo. Al regreso,  apático y ausente, casi sin, hablar.  Desbordes.

Siempre, el  buen humor, la buena predisposición,  la buena comunicación con otras mujeres, mujeres ajenas, mujeres de otros, mujeres, de distinto tipo y tenor.

M i amor hacia él era muy grande, férreo. NI pensar, estar  sin  él, y sin nuestro matrimonio.  YO, me había casado a los diecisiete años. Y lo había hecho para siempre.

Luego de la Bendición, del hogar matrimonial-familiar, próximo a habitar, días más tarde, acerqué al Párroco, una versión de estudio, Literaria, del libro de Unamuno, San Manuel Bueno Mártir, texto que me había conmovido y había sido tema de elección, de mi examen final, de mi Profesorado en Letras, además de otros temas . Unamuno planteaba una crisis  existencial, y un dilema entre fe y razón. San Manuel era un ejemplo de amor humano  al prójimo.

El Epígrafe de San Manuel:., “Si solo en esta vida esperamos de Cristo, somos los más miserables de los hombres todos”,  Los movilizaba   y podían cambiar su historia y mejorarla.

Llegamos a la Playa de san Bernardo, mi marido había dispuesto, nuestras primeras vacaciones solas con los niños, en San Bernardo.

Conocí la Capilla, me acerqué, a comprar postales de recuerdo.

San Bernardo, rememorado, en la escena bíblica, junto a la virgen, tallado en madera,  daba su imagen y nombre a la capilla.

Por la tarde, recorrimos las calles de san Bernardo  las compras de Nochebuena, y los alimentos. Compré un libro, aunque, llevaba mi ejemplar de Rayuela, de Cortázar, que ya había leído antes, en otra versión.

La nochebuena, tenía, un cáliz conmovedor, además de la fecha, para el creyente, y  un ambiente, que acompañaba la hondura.

Villancicos, hacían brotar lágrimas de sentimiento y sentido  religioso y de  un no saber porqué.

La canción decía:  ”Pero mira como beben los peces en el río, de ver a Dios Nacido”.

Nos sentamos en un banco de frente  al altar. Un hombre solo, distante, se sentó en el mismo banco que nosotros.

Cuando regresamos, luego de   esa nochebuena, re memorable, marcada, la primera  transcurrida en una capilla,  y la última en matrimonio. Aunque, existía total silencio hacia mí.

Hubo un episodio, en La Virgen del puente, adonde me dirigí hacia la  confesión solicitada, y  la de otros, luego de las palabras de Discurso polémico, que me produjo casi un  emotivo, que luego  de la confesión, se acentuó.

Años más  tarde, sentía aún, la situación soqueante de ese instante.

“las palabras”, se repetían durante años. Luego de yo decir,  molesta, que no había sido ninguna tentación  para mí y que yo lo estimaba, y que, no lo vi nunca como hombre real, sino como ser sublime.

“Las palabras”. NO  LO VÍ, LO QUE NO QUITA QUE EN EL FUTURO  VEA”. Y. Yo creo en el Amor”

Y…“Es distinto. Quieres que te mienta…, acompañado, con ojos de musgo, llenos de lluvia, fue golpe emotivo, por el cual, estuve en cama casi una semana, con tristeza profunda, además de llanto.

Luego además, consultas posteriores sugirieron el divorcio, y acompañaron  el creer, y lo esperado, que no fue.

Pesadumbre, pesadilla de ese instante, en el confesionario, durante años rememorada  fuerte, lo claro, lo oscuro, otro ser.

DIVORCIO.

Cambios, no agradables, en formas de vida, deterioros, desolaciones desamparos, tristezas, malestares, apremios, desamor, empobrecimientos, desarraigos, soledades. Padres que se fueron.

Lo esperado, lo creído, lo no esperado, lo no creído, hasta su revelación, interior.

Durante años, e Santísima Trinidad, escuchar el estribillo” Perdón, por aquellos a los cuales deberíamos querer más”, Te pido Por las personas que amamos y aquellos. Que, deberíamos querer más”…”Por las personas que amamos”. Años.., Así. Y esperando…QUÉ. Amén.

DIOS PROTÉGENOS.

A MÍ, AMIS HIJOS, a quienes amo, A  quien fue mi marido, y a quien amé.

A mis padres a quienes  amé, y ya no están.

1 comentario:

  1. Lo esperado, lo creído, lo no esperado, lo no creído, hasta su revelación, interior.


    Durante años, e Santísima Trinidad, escuchar el estribillo” Perdón, por aquellos a los cuales deberíamos querer más”, Te pido Por las personas que amamos y aquellos. Que, deberíamos querer más”…”Por las personas que amamos”. Años.., Así. Y esperando…QUÉ. Amén.

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