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https://youtu.be/XtC1P2H-6kg
-Llamado por
el Papa "Padre, Doctor y Apóstol del culto litúrgico a los Sagrados
Corazones",
-Primero que organizó y celebró la fiesta del Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María.
-Primero que escribió la liturgia de las horas de cada una de esas fiestas.
-Fundador de las Congregaciones de Jesús y María y de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio.
-Primero que organizó y celebró la fiesta del Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María.
-Primero que escribió la liturgia de las horas de cada una de esas fiestas.
-Fundador de las Congregaciones de Jesús y María y de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio.
Reseña: Nació en la diócesis de Séez (Francia) el año 1601;
recibió la ordenación sacerdotal y se dedicó por varios años a la predicación
en las parroquias. Fundó dos Congregaciones religiosas, una destinada a la
formación de los seminaristas y la otra al cuidado de las mujeres cuya vida
cristiana estaba en peligro. Fomentó en gran manera la devoción a los Corazones
de Jesús y de María. Murió el año 1680.
Enseñaba que
el Sagrado Corazón es un horno de Amor Divino. Los que desean unirse a su
corazón son purificados, inflamados, y transformados por el Fuego Divino.
En la segunda
mitad del siglo XVI, vivía en Ri, Normandía (Francia), un granjero llamado
Isaac Eudes, casado con Marta Corbin. Como no tuviesen hijos al cabo de dos
años de matrimonio, ambos esposos fueron en peregrinación a un santuario de
Nuestra Señora.
Nueve meses después tuvieron un hijo, al que siguieron otros
cinco.
El mayor recibió el nombre de Juan y, desde niño, dio muestras de gran inclinación
al amor de Dios.
Se cuenta que, cuando tenía nueve años, un compañero de juegos
le abofeteó; en vez de responder en la misma forma, Juan siguió el consejo
evangélico y le presentó la otra mejilla.
A los catorce
años, Juan ingresó en el colegio de los jesuitas de Caén. Sus padres deseaban
que se casara y siguiera trabajando la granja de la familia.
Pero Juan, que
había hecho voto de virginidad, recibió las órdenes menores en 1621 y estudió
la teología en Caén con la intención de consagrarse a los ministerios
parroquiales.
Sin embargo, poco después determinó ingresar en la congregación
del oratorio, que había sido fundada en 1611 por el futuro cardenal Pedro de
Bérulle.
Tras de recabar con gran dificultad el permiso paterno, fue recibido
en París por el superior general en 1623. Juan había sido hasta entonces un
joven ejemplar: su conducta en la congregación no lo fue menos, de suerte que
el P. Bérulle le dio permiso de predicar, aunque sólo había recibido las
órdenes menores.
Al cabo de un año en París, Juan fue enviado a Aubervilliers a
estudiar bajo la dirección del P. Carlos de Condren, el cual, según la
expresión de Santa Juana Francisca de Chantal, "estaba hecho para educar
ángeles".
El fin de la congregación del oratorio consistía en promover la
perfección sacerdotal y Juan Eudes tuvo la suerte de ser introducido en ella
por dos hombres de la talla de Condren y Bérulle.
Al servicio de
los enfermos
Dos años más tarde, se desató en Normandía una violenta epidemia de peste, y Juan se ofreció para asistir a sus compatriotas. Bérulle le envió al obispo de Séez con una carta de presentación, en la que decía: "La caridad exige que emplee sus grandes dones al servicio de la provincia en la que recibió la vida, la gracia y las órdenes sagradas, y que su diócesis sea la primera en gozar de los frutos que se pueden esperar de su habilidad, bondad, prudencia, energía y vida".
Dos años más tarde, se desató en Normandía una violenta epidemia de peste, y Juan se ofreció para asistir a sus compatriotas. Bérulle le envió al obispo de Séez con una carta de presentación, en la que decía: "La caridad exige que emplee sus grandes dones al servicio de la provincia en la que recibió la vida, la gracia y las órdenes sagradas, y que su diócesis sea la primera en gozar de los frutos que se pueden esperar de su habilidad, bondad, prudencia, energía y vida".
El
P. Eudes pasó dos meses en la asistencia a los enfermos en lo espiritual y en
lo material.
Después fue enviado al oratorio de Caén, donde permaneció hasta
que una nueva epidemia se desató en esa ciudad, en 1631. Para evitar el peligro
de contagiar a sus hermanos, Juan se apartó de ellos y vivió en el campo, donde
recibía la comida del convento.
Predicador
ungido
Pasó los diez años siguientes en la prédica de misiones al pueblo, preparándose así para la tarea a la que Dios le tenía destinado. En aquella época empezaron a organizarse las misiones populares en su forma actual. San Juan Eudes se distinguió entre todos los misioneros.
Pasó los diez años siguientes en la prédica de misiones al pueblo, preparándose así para la tarea a la que Dios le tenía destinado. En aquella época empezaron a organizarse las misiones populares en su forma actual. San Juan Eudes se distinguió entre todos los misioneros.
En cuanto acababa de predicar, se sentaba a oír confesiones, ya
que, según él, "el predicador agita las ramas, pero el confesor es el que
caza los pájaros".
Mons. Le Camus, amigo de San Francisco de Sales, dijo
refiriéndose al P. Eudes: "Yo he oído a los mejores predicadores de Italia
y Francia y os aseguro que ninguno de ellos mueve tanto a las gentes como este
buen padre". San Juan Eudes predicó en su vida unas ciento diez misiones.
Confesor: Las gentes decían de él: "En la
predicación es un león, y en la confesión un cordero".
Las mujeres
atrapadas en mala vida
Una de las experiencias que adquirió durante sus años de misionero, fue que las mujeres de mala vida que intentaban convertirse, se encontraban en una situación particularmente difícil.
Una de las experiencias que adquirió durante sus años de misionero, fue que las mujeres de mala vida que intentaban convertirse, se encontraban en una situación particularmente difícil.
Durante algún tiempo, trató de resolver la dificultad alojándolas
provisionalmente en las casas de las familias piadosas, pero cayó en la cuenta
de que el remedio no era del todo adecuado.
Magdalena Lamy, una mujer de
humilde origen, que había dado albergue a varias convertidas, dijo un día al
santo: "Ahora os vais tranquilamente a una iglesia a rezar con devoción
ante las imágenes y con ello creéis cumplir con vuestro deber.
No os engañéis,
vuestro deber es alojar decentemente a estas pobres mujeres que se pierden porque
nadie les tiende la mano".
Estas palabras
produjeron profunda impresión en San Juan Eudes, quien alquiló en 1671, una
casa para las mujeres arrepentidas; en la que podían albergarse en tanto que
encontraban un empleo decente.
Viendo que la obra necesitaba la atención de
religiosas, el santo la ofreció a las visitandinas, quienes se apresuraron a
aceptarla.
Formación del
clero
San Juan Eudes se dio cuenta de que para que el pueblo sea ferviente y llevarlo a la santidad era necesario proveerlo de muy buenos y santos sacerdotes y que para formarlos se necesitaban seminarios donde los jóvenes recibieran muy esmerada preparación.
San Juan Eudes se dio cuenta de que para que el pueblo sea ferviente y llevarlo a la santidad era necesario proveerlo de muy buenos y santos sacerdotes y que para formarlos se necesitaban seminarios donde los jóvenes recibieran muy esmerada preparación.
Por eso se propuso fundar seminarios en
los cuales los futuros sacerdotes fueran esmeradamente preparados para su
sagrado ministerio.
Después de mucho orar, reflexionar y consultar, San Juan Eudes abandonó la congregación del oratorio en 1643.
Después de mucho orar, reflexionar y consultar, San Juan Eudes abandonó la congregación del oratorio en 1643.
La experiencia le enseñó que el clero necesitaba reformarse antes que
los fieles y que la congregación sólo podría conseguir su fin mediante la
fundación de seminarios.
El P. Condren, que había sido nombrado superior
general, estaba de acuerdo con el santo; pero su sucesor, el P. Bourgoing, se negó a aprobar el proyecto de la fundación de un
seminario en Caén.
Entonces el P.
Eudes decidió formar una asociación de sacerdotes diocesanos, cuyo fin
principal sería la creación de seminarios con miras a la formación de un clero
parroquial celoso.
La nueva asociación quedó fundada el día de la Anunciación
de 1643, en Caén, con el nombre de "Congregación de Jesús y María".
Sus miembros, como los del oratorio, eran sacerdotes diocesanos y no estaban
obligados por ningún voto. San Juan
Eudes y sus cinco primeros
compañeros se consagraron a "la Santísima Trinidad, que es el primer principio y el último fin de la santidad del sacerdocio".
compañeros se consagraron a "la Santísima Trinidad, que es el primer principio y el último fin de la santidad del sacerdocio".
El distintivo de
la congregación era el Corazón de Jesús, en el que estaba incluido místicamente
el de María; como símbolo del amor eterno de Jesús por los hombres.
La congregación
encontró gran oposición, sobre todo por parte de los jansenistas y de los
padres del oratorio.
En 1646, el P. Eudes envió a Roma al P. Manoury para que
recabase la aprobación pontificia para la congregación, pero la oposición era
tan fuerte, que la empresa fracasó.
En 1650, el obispo de Coutances pidió a San Juan que fundase un seminario en dicha ciudad.
En 1650, el obispo de Coutances pidió a San Juan que fundase un seminario en dicha ciudad.
El año siguiente, M. Oliver, que consideraba al santo como
"la maravilla de su época", Ie invitó a predicar una misión de diez
semanas en la iglesia de, San Sulpicio de París.
Mientras se hallaba en esa
misión, el P. Eudes recibió la noticia de que el obispo de Bayeux acababa de
aprobar la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del
Refugio, formada por las religiosas que atendían a las mujeres arrepentidas de
Caén.
En 1653, San Juan fundó en Lisieux un seminario, al que siguió otro en
Rouen en 1659. ¡En seguida, el santo se dirigió a Roma a tratar de conseguir la
aprobación pontificia para su congregación; pero los santos no siempre tienen
éxito, y San Juan Eudes fracasó en Roma.
Un año después,
una bula de Alejandro VII aprobó la Congregación de las Hermanas de Nuestra
Señora de la Caridad del Refugio. Ese fue el coronamiento de la obra que el P.
Eudes y Magdalena Larny habían emprendido treinta años antes en favor de las pecadoras
arrepentidas.
San Juan siguió predicando misiones con gran éxito; en 1666,
fundó un seminario en Evreux y, en 1670, otro en Rennes.
Al afro siguiente, publicó un libro titulado "La Devoción al Adorable Corazón de Jesús".
Al afro siguiente, publicó un libro titulado "La Devoción al Adorable Corazón de Jesús".
Ya
antes, el santo había instituido en su congregación una fiesta del Santísimo
Corazón de María.
En su libro incluyó el propio de una misa y un oficio del
Sagrado Corazón de Jesús. El 31 de agosto de 1670, se celebró por primera vez
dicha fiesta en la capilla del seminario de Rennes y pronto se extendió a otras
diócesis.
Así pues, aunque San Juan Eudes no haya sido el primer apóstol de la
devoción al Sagrado Corazón en su forma actual, fue sin embargo él "quien
introdujo el culto del Sagrado Corazón de Jesús y del Santo Corazón de María"',
como lo dijo León XIII en 1903.
El decreto de beatificación añadía: "El
fue el primero que, por divina inspiración les tributó un culto
litúrgico."
Clemente X
publicó seis breves por los que concedía indulgencias a las cofradías de los
Sagrados Corazones de Jesús y María, instituidas en los seminarios de San Juan
Eudes.
Durante los
últimos años de su vida, el santo escribió su tratado sobre "el Admirable
Corazón de la Santísima Madre de Dios"; trabajó en la obra mucho tiempo y
la terminó un mes antes de morir.
Su última misión fue la que predicó en Sain-Lö, en 1675, en plena plaza
pública, con un frío glacial. La misión duró nueve semanas. El esfuerzo enorme
acabó con su salud y a partir de entonces se retiró prácticamente de la vida
activa.
Su muerte ocurrió
el 19 de agosto de 1680.
Fue canonizado en
1925 y su fiesta fue incluida en el calendario de la Iglesia de occidente en
1928.
La nueva asociación quedó fundada el día de la Anunciación de 1643, en Caén, con el nombre de "Congregación de Jesús y María". Sus miembros, como los del oratorio, eran sacerdotes diocesanos y no estaban obligados por ningún voto. San Juan
ResponderBorrarEudes y sus cinco primeros
compañeros se consagraron a "la Santísima Trinidad, que es el primer principio y el último fin de la santidad del sacerdocio".
El distintivo de la congregación era el Corazón de Jesús, en el que estaba incluido místicamente el de María; como símbolo del amor eterno de Jesús por los hombres.