domingo, 30 de agosto de 2015

CURACIÓN DE UN SORDOMUDO

CURACIÓN DE UN SORDOMUDO

 
 



La curación de un sordomudo en el primer año de la predicación de Cristo. O mejor dicho, de un tartajo, "moguilálon", que habla poco y mal: un sordo de nacimiento, que por lo mismo, habla chueco; como un operado de cáncer de laringe —si es que habla.

Cristo lo cura a éste con una serie de gestos raros, como si le costara trabajo. Un año más tarde, en las "'Últimas Excursiones", curará a otro sordomudo con una sola palabra, exorcizando al demonio. ¿Qué significa este procedimiento de curandero que usa aquí?

Los Santos Padres, la mayoría dellos, dijo enseguida que significa "la Fe", el nacimiento de la fe; lo que los modernos llamarían "la psicología de la fe"; y en consecuencia, la Iglesia incorporó estos gestos raros de Cristo a las ceremonias del Bautismo; añadiendo un rasgo de la segunda curación, que es el exorcismo, el más raro de todos.

Muchos sienten repulsión a que la Iglesia "arroje al demonio" de los recién nacidos; y los curitas neoleros lo suprimen. Pero la Iglesia por las dudas quiere preservar al hombre ya desde su nacimiento del invisible y misterioso poder del Príncipe deste Mundo; en el cual no creen los neoleros; hasta que llega un día que los agarra.

La fe es querer ver, ver, y después alabar —a Dios. "He creído, por eso hablo", dijo David (Psalmo 115).

La fe cristiana así entendida, dominó desde el siglo IV al siglo XVI; no en el gran continente en el cual Cristo nació sino en el pequeño continente en el cual San Pedro se asentó. "Europa es la Fe", dice Belloc.

Esta noción de la fe que dije, fue formulada por Santo Tomás en esta forma: la fe es un acto intelectual, o sea un conocimiento; un conocimiento cierto como la ciencia: VER, y aún más cierto; pero diferente de la ciencia en que es libre; y es libre porque requiere un acto o impulso de la voluntad: QUERER VER; y requiere un acto volitivo porque su objeto es oscuro: son misterios sobre la Razón.

Es más cierto que la ciencia porque es creer a Dios; pero para creer a Dios es necesario primero ver que Dios ha hablado; y eso lo sumistra la razón en lo que llaman "Preámbulos de la Fe". Para poder ser cristiano necesito saber primero que Dios existe, y que Cristo hizo realmente eso que de Él cuentan.

Esta noción de la fe —un acto de conocimiento diverso de la ciencia y más noble y necesario que ella, "la creencia" — sufre una quiebra con la revolución de Lutero.

La fe deja de ser primordialmente conocimiento para ser un acto de adhesión firmísima y aun frenética a Cristo; la cual produce ipso facto la justificación —o sea el perdón de los pecados y el estado de gracia; y continúa haciendo ese efecto toda vez que renovamos esa adhesión voluntaria; como ven Uds., se ha convertido de conocimiento en voluntad y sentimiento.

El contenido intelectual de la fe, o sea los dogmas, no fue cambiado por Lutero; pero se convirtió de causa en mera materia de la fe. La fe es voluntad, es sentimiento, es querer. Este cambio parece inimportante pero es capital: dijeron que lo esencial era adherir a Cristo y poco a poco se hallaron sin Cristo a quien adherir.

Los teólogos llaman a esto campanudamente "el proceso heterodoxo de subjetivización de la fe".

Pues muy pronto los protestantes liberales y los modernistas dieron "un pasito más adelante": la fe consiste en una experiencia religiosa y, luego después en simbolismo: los dogmas son puros símbolos que pueden cambiar, no importa mucho. Por ejemplo, uno siente una viva emoción porque se le murió una tía en City Bell, y piensa en Dios: eso es la fe.

Esa emoción se transforma, conforme a la natura humana, en imágenes, y uno ve a su tía en el cielo; eso son los dogmas: al fin uno traba todos los dogmas que tiene en el buche, y eso es la teología, que es una especie de mosaico de símbolos; por ejemplo, yo deduzco que mi ha fue Santa Eduvigis, invento una historia de la reencarnación de Santa Eduvigis; y fundo una Iglesia, la "Nueva Iglesia Sudamericana Apostólica" (que está alao mi casa) para rendir culto a mi tía Eduvigis, o sea los Eduvigianos.

Parece broma, pero esto es exactamente lo que dicen los modernistas de Cristo.

La fe es una experiencia religiosa envuelta posteriormente en un simbolismo, el cual ni es esencial ni es importante: puede cambiar; más aún DEBE ir cambiando. "La Iglesia ha durado 2000 años; ahora debe cambiar, más aún, está cambiando; estamos en el tiempo de la muda, y yo soy el primero que se ha dado cuenta" —decía Telar Cardón.

Pero la "muda" de las culebras consiste en que dejan una piel vieja pegada a un árbol ("la camisa", llaman los paisanos) y salen con una camisa nueva enteramente idéntica a la otra; y aquí no, la Iglesia tiene que salir con una camisa de todos colores si es que tenía una camisa blanca; o viceversa.

De manera que la famosa "sumisión" de Telar a las autoridades religiosas, con la cual sus discípulos lo convierten en un santo y aun en un mártir, es filfa. Telar decía: "Yo soy hijo de la Iglesia y no saldré della; yo obedezco al Papa".

Pero lo que pensaba conforme a la práctica de los "modernistas" de principios de siglo, era esto: "Yo soy hijo de la Iglesia, pero no desta Iglesia viejita; yo obedezco al Papa, pero no a este Papa sino al que vendrá, que será telardiano-cardiniano".

Aquí parezco mentiroso; pero esto es literalmente verdadero, y ha sido puesto en claro en la interminable discusión que vige ahora en Francia acerca de Telar Cardón.

"La fe se está acabando en el mundo", dicen ahora. ¿Por qué? Porque se está acabando la religiosidad en el mundo, dicen; y no es exacto como veremos luego. "Es que la fe del siglo XII no puede ser la fe del siglo XX" —dicen los telardianos.

Eso es una gansada: viene a ser como decir: "Esto es creíble los Lunes pero no es creíble los Jueves". Eso es verdad de la frase: "Hodie est dies Lunae", que dijo Julio César el día que lo mataron: "Hoy es el día de la Luna", que no es verdad el "dies Jovis", el Jueves. Pero fuera deso es disparate.

Los motivos que tenían para creer en Cristo Hijo de Dios en el siglo XII son exactamente los mismos que tenemos nosotros ahora. ¿Por qué pues en el siglo XII Europa en masa creía en Cristo y ahora no creen sino minorías? ¿Qué ha pasado?

Yo no lo sé: me he roto la cabeza buscando razones deste fenómeno patente y he encontrado como siete pero no sé cuál es la verdadera o cuál es la razón que conglutina las otras seis.

Es como el fenómeno de la decadencia de España a partir del siglo XVII; los españoles han escrito muchos libros y han encontrado como diez razones y nadie sabe cuál es la verdadera.

Yo los he leído, y he inventado otra razón que a lo mejor es la verdadera y a lo mejor es la peor de todas: a saber, la filosofía de Francisco Suárez.

Pero que la razón sea que la religiosidad ha bajado en el mundo porque los hombres ya no somos ignorantes ni supersticiosos y no tenemos miedo de los truenos, los rayos y los terremotos, es falsa.

La fe católica ha disminuido, por lo menos en cantidad, pero el sentimiento de religiosidad no ha disminuido, ni creo pueda disminuir por ser natural al hombre.

Cicerón dice en su tratado "De Natura Deorum" que hay muchos pueblos que no tienen escritura, que no tienen fortalezas, que no tienen templos; pero no hay uno solo que no tenga dioses: no hay pueblos ateos.

Pero se le olvidó decir que, si todos los pueblos tienen dioses, un solo pueblo entonces tenía un solo Dios.

O sea, que sacando a los judíos, a quienes desprecia, todos los demás pueblos eran idólatras. Y es lo que pasa ahora: los que claudican de la fe cristiana se vuelven idólatras, aunque no lo sepan; la religiosidad se les ha descarriado, no ha desaparecido.

Conozco una matrona que no cree ni en los ángeles ni en los demonios, pero cree como fierro en los espíritus; es espiritista, o como dice ella: "espiritualista". Y así por el estilo.

Fíjense que las ideologías que dominan hoy en el mundo tienen un resabio religioso; son a modo de religiones falsas, o sea "herejías". Por ejemplo, el Comunismo es mesiánico, ha puesto en el Credo un artículo 15 que dice: "Creo en la redención del mundo por el proletariado"; el Liberalismo ha añadido después del "Creo en la Santa Iglesia": "Y en la Santa Democracia".

De modo que hoy estamos obligados a defender nuestra fe amenazada; porque la Iglesia pasa por una crisis tan grave por lo menos como la del siglo XVI, que reventó en el Protestantismo.

Si ésta va a reventar en algo parecido o peor, o bien se va a curar con remedios homeopáticos, no lo sabemos —yo no lo sé. Lo que sé es que tengo que conservar la fe que tenía a los 7 años —o digamos a los 14 años; y decir a todo el que me venga con cuentos de Evolución, Cristo Cósmico, Punto Omega,

Universo nooesférico, y "el Progreso del Dogma", decirle: "Yo estoy bien así; y el que está bien no se mude —dice el español". "Yace aquí un español - Que estaba bien y quiso estar mejor".

 

1 comentario:

  1. Fíjense que las ideologías que dominan hoy en el mundo tienen un resabio religioso; son a modo de religiones falsas, o sea "herejías". Por ejemplo, el Comunismo es mesiánico, ha puesto en el Credo un artículo 15 que dice: "Creo en la redención del mundo por el proletariado"; el Liberalismo ha añadido después del "Creo en la Santa Iglesia": "Y en la Santa Democracia".

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