martes, 18 de agosto de 2015

TODOS PODEMOS HACER ALGO

EN TODO Y CON TODO

 


 
 
 
Todos tenemos valores humanos, espirituales, intelectuales y pastorales.
 
También, tenemos necesidades en cada una de esas dimensiones. ¿Verdad?
 
Y lo mejor es que tenemos posibilidades de crecimiento armónico y equilibrado, para realizarnos bien conforme a lo que Dios quiere de nosotros y conforme a nuestra propia identidad y aspiraciones.
 
Como nos recuerda la Iglesia, la pastoral presbiteral, que desarrollemos entre todos, nos ha de ayudar a desarrollar una personalidad humana madurada en el espíritu de servicio a los demás, a poseer una vida espiritual sólida, a estar intelectualmente preparado y a ejercer su ministerio pastoral con empeño y dedicación (Cf. DMVP2, 91, 92).

 

Para ello, el acompañamiento y ayuda que necesitamos recibir, y el que estamos llamados a dar a otros hermanos, ha de ser “en todo”, en la dimensión humana (que es como la raíz en el árbol), en la espiritual (que es como el tronco que genera y mantiene la vida), en la intelectual (que es como la savia, que alimenta) y en la pastoral (que es como las ramas y el fruto del crecimiento.
 
Cada una de esas dimensiones tiene una importancia grande y depende del crecimiento en las otras dimensiones. (Cf. DMVP2, 90).

 

Además, para resolver las necesidades y para superar las dificultades se necesita un acompañamiento y ayuda “con todo” (Cfr. DMVP2, 91, 92): con los diversos servicios formativos que renuevan la mente, los criterios, las actitudes y la vida; con el ambiente y servicios de comunión y ayuda fraternas; con otros servicios de bienestar integral, que apoyen la vida y el ministerio pastoral.
 
Por ejemplo, si nos sentimos solos, o cansados, o desanimados, o si queremos dar pasos de crecimiento integral, necesitamos recibir y ayudar “en todo y con todo”, con esas diversas clases de servicios, los cuales se complementan mutuamente y son interdependientes.  
 
Trabajemos de esa forma por ellos y por nuestro propio crecimiento integral.
 
Con fraterna creatividad, hagámoslo estos días compartiendo con otros hermanos con quienes hace tiempos no nos conversamos.
 
Gracias por hacerlo con Jesús y con su caridad pastoral.

 

Julio 

 

1 comentario:

  1. Por ejemplo, si nos sentimos solos, o cansados, o desanimados, o si queremos dar pasos de crecimiento integral, necesitamos recibir y ayudar “en todo y con todo”, con esas diversas clases de servicios, los cuales se complementan mutuamente y son interdependientes.



    Trabajemos de esa forma por ellos y por nuestro propio crecimiento integral

    ResponderBorrar