jueves, 6 de agosto de 2015

“con su ternura y mirada compasiva, alienta a no bajar los brazos ante tantas adversidades”

  La Virgen de las Nieves tuvo su fiesta en el barrio de Liniers


 
 
 
 
La comunidad parroquial de Nuestra Señora de las Nieves celebró este miércoles 5 de agosto las fiestas patronales en el templo del barrio porteño de Liniers, donde el párroco, presbítero Adolfo Granillo Ocampo, presidió la misa y encabezó la procesión con la imagen de la Virgen.
 
El sacerdote aseguró que María de las Nieves, “con su ternura y mirada compasiva, alienta a no bajar los brazos ante tantas adversidades” y muestra que “vale la pena vivir con esperanza
 
La comunidad parroquial de Nuestra Señora de las Nieves celebró este miércoles 5 de agosto las fiestas patronales en el templo de Ventura Bosch 6662, del barrio porteño de Liniers, donde el párroco, presbítero Adolfo Granillo Ocampo, presidió la misa y encabezó la procesión con la imagen de la Virgen.

“La Virgen, en esta lindísima advocación de Nuestra Señora de las Nieves, acompaña el milagro de amor que Dios hace cotidianamente en nuestras vidas.
 
Ella es testigo del amor incondicional y de la misericordia infinita que Dios nos regala cada día”, aseguró.

“Además, con su ternura de Madre y su mirada compasiva, nos alienta a no bajar los brazos ante tantas adversidades que enfrentamos en el peregrinar de nuestra existencia, enseñándonos el premio de nuestra perseverancia: la Vida junto a Dios”, agregó.

El sacerdote sostuvo que “con su intercesión y su auxilio, Ella nos muestra que vale la pena vivir con esperanza, jugándonos por Cristo en la aventura diaria de ser fieles discípulos de Jesús”.

Durante la jornada hubo misas a las 9, a las 11, a las 15 y a las 17, mientras que a las 19 se realizó la procesión con la imagen de la Virgen de las Nieves, escoltada por la feligresía y animados por la Banda de 46 Músicos del Regimiento de Patricios.

1 comentario:

  1. El sacerdote sostuvo que “con su intercesión y su auxilio, Ella nos muestra que vale la pena vivir con esperanza, jugándonos por Cristo en la aventura diaria de ser fieles discípulos de Jesús”.

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